miércoles, 22 de junio de 2011

Qué dice una sonrisa: Comunicación no verbal (CNV).

Hace algunas semanas leía un artículo publicado en “elmundo.es” titulado: El rostro no siempre es el espejo del alma. El trabajo, muy bien documentado, nos invita a desconfiar de una sonrisa.

La única corrección que yo haría sobre este articulo tiene que ver con el número de sonrisas descubiertas por Paul Ekman. Ekman, experto en las emociones humanas, identifico dieciocho tipos de sonrisas y no siete como asegura el “elmundo.es”. El psicólogo y científico estadounidense se paso un año completo enfrente de un espejo aprendiendo “a controlar voluntariamente cada uno de los casi doscientos músculos de la cara” (Goleman 67).

Es una realidad es que no todas las sonrisas tienen implicaciones positivas, los seres humanos utilizamos este gesto para ocultar nuestros verdaderos sentimientos ¿Por qué? Simplemente porque para dibujar una sonrisa basta mover un solo musculo “que podemos accionar voluntariamente”, el gesto se convierte entonces en “la mejor máscara… actua como camuflaje” (elmundo.es).

Identificar una sonrisa genuina es bastante sencillo pero el imitarla, no lo es tanto, deben de estar presentes sentimientos positivos como el placer o la diversión. Podemos identificar este tipo de sonrisas “por la activación involuntaria de dos grupos musculares”, hay elevación en ambas comisuras de la boca, en forma simétrica y el segundo grupo, marca arrugas en las comisuras de los ojos (Patas de gallo).



De tal forma, y tal como dice el artículo publicado en “elmundo.es”; poner atención en los gestos de las personas nos da una idea de sus verdaderas intenciones. Las mujeres suelen ser expertas en descubrir una sonrisa hipócrita o desdeñosa por ejemplo.

Pero creo que es importante reflexionar sobre los alcances positivos de una sonrisa. Muchos seguramente han escuchado el dicho tibetano: “Cuando le sonríes a la vida, la mitad de la sonrisa es para tu rostro y la otra mitad para el rostro de otra persona”. Daniel Goleman escribe en la “Inteligencia Social” que: “Las sonrisas tienen una ventaja por encima de todas las otras expresiones emocionales: el cerebro humano prefiere rostros felices, los reconoce más presta y rápidamente que aquellos con expresiones negativas, un efecto conocido como la “ventaja del rostro feliz” (Goleman 68).



He conocido a muchas personas que aseguran que la imagen del payaso triste les causa “bronca” (incluido yo), se sienten inmediatamente tristes, ansiosos, nerviosos y hasta temerosos. Un personaje que por lo general nos hace reír, nos muestra en esta pintura otro rostro que no es del agrado de las personas con una gran capacidad de empatía (de sentir, literalmente, las emociones de otro individuo). Como dice Goleman: “el cerebro humano prefiere rostros felices”.

Es así que las relaciones entre completos desconocidos son por demás interesantes, la primera impresión que nos da una persona se basa en una percepción que muchas veces no es justificada. Solemos deliberar que una persona no es de nuestro agrado porque es: mal encarada, seria o “parece sangrona” pero muchas veces nosotros mismos no propiciamos esa sonrisa que esperámos de nuestra contraparte. “A pesar del lugar demasiado prominente de la agresión en los asuntos humanos, no estamos innatamente preparados para que desde el principio nos desagraden las personas” (Goleman 68). En otras palabras; si quieres que alguien te sonría, sonríele tu primero.

La sonrisa no es solo una forma de conocer las emociones de otra persona, sino de trasmitir las propias, si bien no todos los individuos son capaces de interpretar los gestos, a un nivel inconsciente sí. “Si aprendemos a reconocer las historias que originan las emociones y a identificar cuando intentamos ocultarlas, podemos mejorar nuestra comunicación, modificar nuestras respuestas y minimizar el impacto emocional en los demás” (Ekman elmundo.es)

José Manuel Guevara S.

Anexos: A continuación expongo las otras seis sonrisas consideradas por “elmundo.es”:






Amortiguada. Sentimientos positivos aunque disimulando la intensidad. Se aprietan los labios, salen “patas de gallo” y se estiran las comisuras de los labios.



Falsa. Su fin es camuflar, convencer al otro de que se siente una impresión positiva. Contradice la emoción interior. De todas, es la única sonrisa mentirosa.



Burlona. Llamada también “de Chaplin”. Poco corriente. Los labios se elevan en un ángulo muy pronunciado. Insolente, se alegra del mismo hecho de sonreír.



Desdeñosa. Contracción del músculo orbicular de los labios, protuberancia en torno a las comisuras y, a veces, hoyuelo. Se confunde con una auténtica



Temerosa. No hay expresión positiva. El músculo risorio tira de los labios hacia las orejas y los labios quedan en posición rectangular.



Triste. Muestra emociones negativas sin querer ocultar la desdicha. Es asimétrica y prolongada. Habitualmente implica que la persona no va a quejarse.

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